Horribles relatos de una mente sin remedio: Prision Perpetua (Silent Hill 4)
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martes, 4 de agosto de 2009

Prision Perpetua (Silent Hill 4)


Despierto un poco desorientado en mi habitación, pues el hedor a putrefacción ha logrado interrumpir mi sueño, me duele la cabeza, pero algo ha cambiado, este ya no parece ser mi cómodo y acogedor apartamento, el aire esta turbio y pesado y ¡¡las paredes!! Parecen ser de carne putrefacta, emanando ese penetrante hedor a muerte, casi parecen respirar, es grotesco. Me acerco a la ventana para intentar ver hacia fuera pero esta muy opaca y no deja ver nada, y al tocarla, me doy cuenta que ha dejado de ser vidrio y parece ser una piel densa y estirada, ¡¿Qué demonios es esto?!, salgo de mi habitación muy entubado por lo que estoy presenciando, me dirijo hacia mi sala de estar y el ambiente es aun mas lúgubre, comienzo a caer en la desesperación e intento salir del apartamento pero para mi asombro, me encuentro con la puerta de entrada encadenada desde adentro con cinco enormes candados que parecen estar hechos de huesos, esto me descontrola, comencé a tener una agobiante sensación de encierro y desesperación, pero no quería perder el control, siempre he sido una persona que sabe manejar sus emociones, así que me tranquilice tanto como pude e intente asimilar la situación.

Me di la vuelta y comencé a observar a mi alrededor, como queriendo encontrar una respuesta a lo que estaba pasando, pero lo único que pude ver eran unas extrañas figuras que se formaban en la pared, parecía como si un rostro desfigurado y con los tejidos expuestos intentar salir de ella, es escalofriante y a la vez repugnante.

Repentinamente, a mis espaldas, el televisor se enciende, pero no muestra nada, solo estática, intento apagarlo pero es en vano, intento desconectarlo pero no esta conectado, un escalofrío me recorre el cuerpo de pies a cabeza erizando todos los vellos en el camino. Intento no tomarle importancia mientras trato de comprender lo que esta sucediendo en este momento. Estoy seguro que es mi apartamento, son mis muebles, mis fotografías están colgadas en la pared, aunque todo parece tan grotesco, tan demoníaco, pareciera ser la guarida de algún repugnante demonio.

La peste no me deja pensar bien, siento que mi cabeza va a estallar, apoyo mi mano en la pared y me sostengo la cabeza con la otra mano, puedo sentir el palpitar de la pared entre mis dedos, me siento aturdido, luego comienzo a sentir que la textura de la pared cambia y se va volviendo mas viscosa, me alejo de ella rápidamente, veo como se forma un circulo negro en la pared que va creciendo como una mancha y comienza a emanar una viscosidad negra, emanando también mas pestilencia. ¡¡Pero que demonios!!, es una mano, una mano comienza a emerger de la pared, me quedo estupefacto sin poder creerlo, pero no solo es la mano sino un objeto con forma casi humana lo que esta saliendo de ahí. Es algo horrible y repugnante, tiene ese espantoso olor tan penetrante que podría olerlo aun si no tuviera nariz, esta bañado totalmente en lo que parece ser sangre coagulada y rodeado por esa negra viscosidad, sus tejidos internos están expuestos y casi no tiene piel, parece estar inflamado y en evidente estado de descomposición, el hedor a cadáver es asfixiante. Pero mi asombro es mayor pues parece estarse moviendo y emitiendo gemidos ¡¡Esta Vivo!! No puedo creer que esa cosa aun viva, el ser me vio, y ví como un ojo se le cayo, pero éste sólo se lo reacomodo y comenzó a moverse hacia mi, lo hacia casi arrastrándose, comenzó a ponerse de pie y venia hacia mi emitiendo esos tenebrosos gemidos que parecían de un dolor insufrible. Preso del terror que me invadía, di unos pasos hacia atrás y tropecé con una silla que estaba tirada en medio de la sala, pero pude ver con este ser se abalanzaba sobre mi justo antes de caer al suelo, mi cabeza golpeo contra el piso y quede inconsciente.


Despierto de golpe con un grito angustioso y mi cuerpo bañado en sudor, en mi cabeza están aun todas esas imágenes de horror, pero cuando reacciono me doy cuenta que estoy en mi cama, en mi habitación, un agudo dolor de cabeza acompaña mi mañana. ¿Habrá sido solo un sueño?, si, debió serlo, un sueño muy real, me digo esto a mi mismo tratando de convencerme pero la verdad, con poco éxito. Me levanto de la cama y me acerco a la ventana de mi cuarto, todo parece normal, como debe ser, veo hacia afuera y observo en la calle las personas caminando y los autos circulando. Algo me impulsa a tocar el vidrio de la ventana, es un sentimiento mezcla de curiosidad y temor, se que es ilógico, se que es vidrio, ¿que otra cosa podría ser?, pero, tengo que tocarlo, tengo que asegurarme. Me acerco y lo toco… nada, es vidrio, ya lo sabia, pero en mi interior suspiro aliviado.
Ahora más calmado, observo detenidamente a mí alrededor, todo es normal. Tocando las paredes me aseguro que son lo que son, sólo paredes. Esto aumenta mi incertidumbre de lo sucedido antes, pues en vez de tomar esa calma y normalidad de la que me encuentro rodeado ahora como una prueba que nada ha pasado, lo único que consigo es aumentar mi duda, me pregunto con cada vez mas recelo lo sucedido anteriormente, ¿Qué fue lo que pasó? ¿Habrá sido real o no?
Aun adolorido e intentando poner mis pensamientos en orden, salgo de mi habitación y voy hacia la sala, apoyo la mano en la pared, en el mismo lugar donde lo hice antes y… como lo esperaba, nada. Me acerco al televisor e intento encenderlo y como todo lo demás, nada pasa, con ironía pienso que si hubiese encendido me habría asustado pues tiene meses de estar averiado. Observo la pared, el mismo lugar donde antes había brotado ese repugnante ser que no quisiera recordar, solo observo, prefiero no tocar ahí. Varios pensamientos surcan mi mente, como que seria horrible terminar así como ese ser, ¿que habrá hecho en vida para tener un castigo tan cruel?. En ese momento, como un as de luz que atraviesa mi cerebro, una imagen llega a mi cabeza: la puerta de entrada, corro hacia ella, y quedo perplejo, petrificado ante a puerta , intento reaccionar pero mi cuerpo no responde, mis ojos observan la puerta, están fijos a la puerta. La imagen de la puerta y esos cinco candados me hela la sangre y me llena de horror, entonces no fue un sueño, fue todo real. Intento controlarme nuevamente y pensar en una explicación lógica para esto, ¡¡ Pero que estoy diciendo?, esto no tiene lógica, tengo que salir de aquí!!. En un arranque desenfrenado cuando el temor se convierte en furia, corrí hacia el cuarto de baño y tome un hacha que ahí guardaba, regrese a la puerta y comencé a golpear los candados una y otra vez, una y otra vez, así unas veinte veces, hasta que mi furia se había disipado, pero este sentimiento ahora se convertía en desesperación al ver que los candados se auto reparaban a si mismos de cada golpe que les había propiciado, comencé a golpearlos otea vez con el hacha intentando en vano cortarlos pero estos re regeneraban una y otra vez haciéndose mas gruesos cada vez, no podía hacer nada, estaba agobiado observando algo a lo que no podía combatir, me detuve y el hacha comenzó a hacerse mas pesada y solo la deje caer a un lado, luego me derrumbe sobre mi mismo cayendo pesadamente sobre mis rodillas, a los pies de aquella puerta con esos cinco malditos candados, estaba perplejo, conmocionado, rozando el borde de la locura ante la imagen de esos candados en la puerta frente a mi, el mensaje era claro: yo no saldría de ahí.


Bajo la vista y observo mis manos: están sangrando le di con tanta fuerza a los candados que mis manos se hirieron, la piel se abrió y comencé a sentir el dolor. Aun me dolía la cabeza. Me levante para ir al baño a intentar curarme. En la sala tropecé con una silla, la maldije y solo la deje ahí tirada sin darle más importancia. Luego abrí la puerta del baño, entre y cerré la puerta, aunque vivía solo siempre tuve esa costumbre. comencé a buscar vendas en las gavetas, mi cabeza me estaba matando, abro la llave del lavamanos y me dispongo a asearme, en ese momento levanto la vista y veo el espejo frente a mi; algo no esta bien, mi rostro, me veo muy demacrado y casi cadavérico, yo no soy así ¿la condensación en el espejo no me deja ver bien?, acerco mi mano y lo limpio, pero ¡¡Mi Mano!!, tiemblo al ver mi mano pues puedo ver los huesos y tendones en su interior, y yo pensaba que era una simple cortada, con horror veo mi rostro en el espejo, no se como describir lo que ví, este dolor de cabeza no es solo una jaqueca, es un hoyo en mi cráneo, mi cerebro esta expuesto, ahora lo recuerdo, recuerdo por que me duele la cabeza, puse un arma en mi boca y dispare, la bala salio por la parte superior de mi cabeza, pero ¿no morí? ¿como?. Ese olor otra vez, el olor a muerte me invade otra vez, no, yo debería estar muerto, el ambiente alrededor mío comienza a cambiar, las paredes comienzan a transformarse en una masa de carne podrida y viscosa y se puede sentir como lentamente comienzan a palpitar rítmicamente como un corazón acelerado. Me veo a mi mismo y observo como la piel de todo el cuerpo se contrae y se abre, es en extremo doloroso, la sangre se coagula casi al instante y mis músculos comienzan a podrirse; la carne se me cae a pedazos dejando ver mis costillas y mi abdomen se abre dejando escapar mis víceras, nunca creí decir esto pero mis intestinos se salían de mi y tenia que sostenerlos con lo que aun me quedaban de manos para que no cayeran al piso, mi cuerpo se estaba descomponiendo y es un dolor inimaginable.


Volví a ver el espejo nuevamente pero ahí ya no se reflejaba mi imagen, sino más bien, se veía una escena como en un canal de televisión, pero lo que ahí se reflejaba era una imagen de mi cuarto, y ahí estaba yo, acostado en la cama antes de haberme disparado en la cabeza. Di un paso hacia atrás y me topé a la pared, mejor dicho, me pegué a la pared pues los fluidos de mi cuerpo descarnado se pegaron de una asquerosa manera a los viscosos fluidos de la pared tras de mi, ahora convertida en una masa de carne podrida y palpitante. Pero no solo me había pegado a la pared, sino que sentía como esta me halaba mas y mas y no podía escapar hasta que me absorbió totalmente y me encontré dentro de esta palpitante pared, me sentía asfixiado, rodeado de una materia viscosa y oscura, esa sustancia se metía en mi boca y nariz y por todas las partes de mi cuerpo ahogándome sin llegar a morir. comencé a luchar para salir de ahí, luego de mucho esfuerzo logré sacar una mano, era mi esperanza de salir de ahí, comencé a luchar nuevamente, ahora con mas ahínco para poder liberarme y poco a poco pude ir escapando de la pared hasta que caí al suelo, bañado en esa sustancia negra y viscosa, pero extrañanemte ya no me encontraba en el cuarto de baño sino en la sala de mi casa, de alguna manera me había desplazado dentro de la pared hasta llegar a la sala de estar, no sabia como, pero la verdad en ese momento esa no era mis prioridades, lo único que quería era que esa pesadilla acabara.


En el momento que caí al suelo desde la pared, levante la cabeza y pude ver a una persona que estaba ahí, quise levantarme pero un ojo se me cayó, me lo reacomode e intente acercarme a esa persona para pedirle ayuda pero mis cuerdas vocales estaban tan dañadas que de mi garganta solo salían unos espantosos gemidos, me asuste al escucharme a mi mismo, luego de esto pude ponerme de pie y con mis dos ojos bien puestos en sus respectivos lugares, pude ver a la persona que estaba parada frente a mi, y para mi asombro, era yo, ¿como era posible eso?, en cualquier otra circunstancia no lo hubiera creído pero ahora lo comprendía bien, ese era yo varios momentos antes cuando tuve esa mala experiencia que creía había sido un sueño, aunque no era nada en comparación a lo que estaba pasando ahora. Debía prevenirme de no suicidarme y lo intente, me acerque a aquel que era yo para advertirle o advertirme de lo que estaba sucediendo, pero una vez mas cuando abrí la boca solo salio ese macabro gemido de mi, y él se asustó, retrocedió y tropezó con una silla que estaba tirada en medio de la sala, se golpeo la cabeza contra el piso y quedo inconsciente ¡¡esa maldita silla!!. Intente reanimarlo pero fue en vano así que lo levante y lo llevé a la cama justo a tiempo pues al momento de bajarlo un brazo se me desprendió.
Lo observe detenidamente por un momento, y ví su cabeza, estaba abierta, definitivamente no era por la caída, ya se había disparado, estaba muerto, recuerdo eso, recuerdo que lo primero que hice al despertarme fue dispararme en la cabeza, lo estaba viendo otra vez, no llegue a tiempo para advertirme de no hacerlo.

Un poco mas calmado, lleno de enojo y resignación por lo que me estaba sucediendo, recogí mi brazo y salí de ahí, me dirigí hacia la puerta y con sorpresa ví como los candados se abrían, las pesadas cadenas que sellaban la puerta cayeron al suelo, quería abandonar todo eso y dejarlo atrás, al fin podría liberarme, y entonces, lentamente con la única mano funcional que me quedaba abrí la puerta y la atravesé pero no era lo que yo esperaba, en realidad no estaba saliendo de mi apartamento, sino, entrando nuevamente, con la única diferencia que ahí todo se veía normal, la entrada a uno era la salida a otro era como estar al otro lado del espejo, donde la puerta marcaba la diferencia, cuando atravesé la puerta por completo mi mano se quedó adherida a ésta desde el hombro y se cerro tras de mi. Uno a uno comenzaron a aparecer los cinco candados que la sellan y mi mano que estaba ahí adherida comenzó a convertirse en un candado mas, son seis, ahora la puerta se sello con seis candados, al ver esto abandone toda esperanza y me deje caer al suelo, ahí tendido comencé a sentir como las pocas partes que aun colgaban en mi cuerpo se desprendían de mi y se fusionaban con el piso hasta que este se convertía en carne, y esa mancha de carne se fue agrandando poco a poco hasta alcanzar las paredes y el cielo falso, luego, cuando mi corazón se desprendió y cayo al piso, el lugar completo cobró vida, y las paredes poco a poco comenzaron a palpitar. Mi apartamento se había convertido en un lugar lúgubre, con el aire denso y viciado como la guarida de algún repugnante demonio. Mi apartamento cobro vida, pus yo le brindé la mía.


Despierto un poco desorientado en mi habitación pues un hedor a putrefacción interrumpió mi sueño, me duele la cabeza, pero algo ha cambiado…


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1 comentarios:

mariarosa dijo...

¡¡Buenísimo!!

Muy bien escrito. No es facil lograr que el lector se impresione en este tipo de literatura, pero lo has conseguido.me gustó.

mariarosa

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